EL SILENCIO DE LOS INOCENTES
Golpes, gritos,
llantos, angustias son las constantes “melodías” que se escuchan dentro de un
70% de hogares según el Instituto Nacional de Salud Mental , en vez de una
armonía familiar, donde los hijos se sientan felices por la vida que les toca
vivir, lamentablemente los casos de felicidad se agudizan y la cadena de
violencia se hace más larga. Si bien para muchos escuchar un caso sobre
maltrato familiar o infantil, se hace tan recurrente lo que se puede venir a la
mente es que, son hechos cotidianos.
Muchas son las
historias de maltrato familiar, de las que una persona se puede enterar a
diario, pero es la indiferencia que existe en el aparato legal quien convierte
estos casos en verdaderas pesadillas. Penas que rara vez superan los 5 años de
cárcel y reparaciones por maltrato que nunca se pagan. Así es la vida de las
mujeres y niños que sufren abusos de sus mismos progenitores.
El inmutismo por
querer ocultar los actos violentos ha llevado a más de una de cada cuatro
mujeres a ocultar los actos de violencia familiar. Así lo señala el último
informe de la OPS
sobre “Violencia contra la mujer en América Latina y el Caribe”.
La historia de
Martha refleja las llagas de un sufrimiento que estuvo oculto por más de 8
años. Una mujer chalaca que aparentemente mostraba fuerza y coraje pero tras esa imagen se escondía una debilidad encarnada
por los diversos maltratos que aguantaba por parte del hombre que juro cuidarla
y amarla siempre. Su esposo, su verdugo.
Ante tanto
maltrato decidió un día armarse de valor y enfrentar a ese grillete que por las
noches la sujetaba al olvido. Martha no paró hasta votar de la casa al causante
de sus heridas externas e internas, pero su misma suerte no se vio reflejada en
Elena, una mujer que lucho por su separación matrimonial debido al mismo
problema. Ella fue asesinada por su expareja en el hospital 2 de mayo.
Los celos llevaron
a la desconfianza a tal punto de golpearla delante de sus hijos, en varias
oportunidades, este hombre se dirigió a su trabajo ubicado en la Diresa del Callao para asesinarla,
pero fue en el hospital que cumplió su promesa de matarla.
Con esto se
refleja el grado de violencia familiar y sexual contra menores en la
jurisdicción del Callao, que está
llegando a niveles inimaginables. En esta ocasión, Juan Carlos
Gallo Morales ultrajó a su propia hija de 12 años quien estaba bajo su cuidado
el hecho ocurrió en febrero de 2008 y a su hermana menor de 11 años en
diciembre del mismo año. Por ello, la Sala Mixta Transitoria
de Ventanilla de la
Corte Superior de Justicia del Callao lo condenó a cadena
perpetua.
Estas víctimas
sufrieron en silencio y en carne propia los maltratos. Una problemática social
y familiar que se ve a diario en el Callao. Por ello La Corte de esta provincia se
pone en alerta para que más personas puedan acudir a los juzgados de familia y
poder tratar de manera conciliable y llegar a un acuerdo.
¿Qué hacen los juzgados de familia?
El diagnostico
situacional de la realidad del Callao reveló que el 86% de los casos que se
analizan en los Juzgados de Familia son casos por violencia familiar. Cifras
alarmantes.
El trabajo que
realiza los 5 juzgados de Familia en el Callao, es intervenir en las cuestiones
que interrumpen las buenas relaciones dentro de un hogar. Según las
estadísticas arrojadas en el año 2013 se puede decir que de enero a noviembre
del 2013, la producción de trabajo ha incrementado en un 14% más con respecto
al año 2012.
Mientras que en
el 1 juzgado de familia se produjo 484 casos de violencia familiar, en el 2
juzgado 480; el 3 juzgado con 504; el 4 juzgado con 706 y el 5juzgado con 521
casos.
Ante estas
elevadas cifras la jueza del primer juzgado de Familia de la Corte del Callao, Noemí
Córdova, exhortó a las instituciones y autoridades a sensibilizar a la
ciudadanía a prevenir el maltrato hacia la mujer y su sometimiento ante hombres
violentos.
La magistrada recomendó la realización de
jornadas de orientación y capacitación, a fin de evitar la sucesión de este
tipo de situaciones en los hogares.
“Debemos trabajar llevando charlas a las
escuelas, donde dialoguemos con los niños, los padres y profesores, propiciando
conductas de respeto a la dignidad de la persona. A los jóvenes inculcarles
valores, de modo que los preparemos para evitar la violencia; solo así podemos
erradicar el feminicidio y violencia hacia los hijos”, señaló.
Liga
de justicia
Aún existen
personas que se suman a esta lucha de hacer prevalecer sus derechos pese a las
adversidades; como el no contar con dinero para poder contratar a un abogado o acercarse a un juzgado de
familia porque los tramites pueden tornarse engorrosos y demorar demasiado.
Las redes
sociables también van tomando cartas en el asunto, es así que la página de
Facebook de un grupo humano, solidario que desde hace más de cinco años apoya a
la causa. Jenson Cornejo, un joven de 22 años, estudiante de Derecho de la Universidad de San
Martin de Porres, realiza distintos trabajos solidarios. Después de dibujar
algunas ideas en papel, llamó a un grupo de amigos a unirse a una travesía que
al comienzo se pensó fracasaría, pero no se amilano y de inmediato llamó a un
grupo de amigos y les contó su intención de armar una asociación sin fines de
lucro para ayudar, de manera trasparente,
a las personas de escasos recurso.
No lo pensaron
mucho y pusieron en marcha la idea .No hacía falta decir nada más, sus amigos
también con muchos ánimos se sumaron a este nuevo desafío que planteaba Jenson.
Fue así como
conformaron ¨Wawa Apu¨, niño Dios, que en alianza con el Poder Judicial y el
Ministerio de la Mujer
logró comprometer la presencia de diversos magistrados para dar charlas en
asentamientos humanos. En ellas tratan conflictos vinculados a la violencia
familiar. Si detectan algún caso que requiere asesoramiento, buscan
profesionales que puedan brindar su colaboración de manera gratuita.
También se
encargan de repartir 40 becas al mes para que, personas de bajos recursos
puedan acceder a carreras técnicas o profesionales, brindando así nuevas
oportunidades que les permita emerger.
La única forma de
recaudar dinero para ayudar es realizando polladas o cevichadas para sus
familias y amigos. Con el dinero que reúnen compran alimentos que entregan
todos los meses en las zonas vulnerables
y financian la movilidad de los magistrados que dictan las charlas en
cada asentamiento.
Este grupo de
jóvenes es consciente que falta ayuda y recursos, por ello convocan a través de
Facebook a todos aquellos estudiantes o profesionales de distintas carreras que
estén dispuestos a donar su tiempo. La Asociación ¨Wawa Apu¨ pertenece además a la mesa
de trabajo de la Odecma,
la Oficina de
Control de la
Magistratura que se reúne una vez al mes para investigar
posibles actos de corrupción de los jueces de Lima.
DATO:
La Corte Superior de Justicia del Callao cuenta con un “Centro de Emergencia Mujer” del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables que brinda servicios públicos especializados y gratuitos, tanto para mujeres y hombres que son víctimas de violencia familiar y sexual, en la que se brinda orientación legal, defensa judicial y consejería psicológica.