sábado, 29 de marzo de 2014

EL SILENCIO DE LOS INOCENTES

Golpes, gritos, llantos, angustias son las constantes “melodías” que se escuchan dentro de un 70% de hogares según el Instituto Nacional de Salud Mental , en vez de una armonía familiar, donde los hijos se sientan felices por la vida que les toca vivir, lamentablemente los casos de felicidad se agudizan y la cadena de violencia se hace más larga. Si bien para muchos escuchar un caso sobre maltrato familiar o infantil, se hace tan recurrente lo que se puede venir a la mente es que, son hechos cotidianos.

Muchas son las historias de maltrato familiar, de las que una persona se puede enterar a diario, pero es la indiferencia que existe en el aparato legal quien convierte estos casos en verdaderas pesadillas. Penas que rara vez superan los 5 años de cárcel y reparaciones por maltrato que nunca se pagan. Así es la vida de las mujeres y niños que sufren abusos de sus mismos progenitores.

El inmutismo por querer ocultar los actos violentos ha llevado a más de una de cada cuatro mujeres a ocultar los actos de violencia familiar. Así lo señala el último informe de la OPS sobre “Violencia contra la mujer en América Latina y el Caribe”.

La historia de Martha refleja las llagas de un sufrimiento que estuvo oculto por más de 8 años. Una mujer chalaca que aparentemente mostraba fuerza y coraje  pero tras  esa imagen se escondía una debilidad encarnada por los diversos maltratos que aguantaba por parte del hombre que juro cuidarla y amarla siempre. Su esposo, su verdugo.

Ante tanto maltrato decidió un día armarse de valor y enfrentar a ese grillete que por las noches la sujetaba al olvido. Martha no paró hasta votar de la casa al causante de sus heridas externas e internas, pero su misma suerte no se vio reflejada en Elena, una mujer que lucho por su separación matrimonial debido al mismo problema. Ella fue asesinada por su expareja en el hospital 2 de mayo.

Los celos llevaron a la desconfianza a tal punto de golpearla delante de sus hijos, en varias oportunidades, este hombre se dirigió a su trabajo ubicado en la Diresa del Callao para asesinarla, pero fue en el hospital que cumplió su promesa de matarla.


Con esto se  refleja el grado de violencia familiar y sexual contra menores en la jurisdicción del Callao, que  está llegando a niveles inimaginables. En esta ocasión, Juan Carlos Gallo Morales ultrajó a su propia hija de 12 años quien estaba bajo su cuidado el hecho ocurrió en febrero de 2008 y a su hermana menor de 11 años en diciembre del mismo año. Por ello, la Sala Mixta Transitoria de Ventanilla de la Corte Superior de Justicia del Callao lo condenó a cadena perpetua.

Estas víctimas sufrieron en silencio y en carne propia los maltratos. Una problemática social y familiar que se ve a diario en el Callao. Por ello La Corte de esta provincia se pone en alerta para que más personas puedan acudir a los juzgados de familia y poder tratar de manera conciliable y llegar a un acuerdo.

¿Qué hacen los juzgados de familia?

El diagnostico situacional de la realidad del Callao reveló que el 86% de los casos que se analizan en los Juzgados de Familia son casos por violencia familiar. Cifras alarmantes.

El trabajo que realiza los 5 juzgados de Familia en el Callao, es intervenir en las cuestiones que interrumpen las buenas relaciones dentro de un hogar. Según las estadísticas arrojadas en el año 2013 se puede decir que de enero a noviembre del 2013, la producción de trabajo ha incrementado en un 14% más con respecto al año 2012.

Mientras que en el 1 juzgado de familia se produjo 484 casos de violencia familiar, en el 2 juzgado 480; el 3 juzgado con 504; el 4 juzgado con 706 y el 5juzgado con 521 casos.

Ante estas elevadas cifras la jueza del primer juzgado de Familia de la Corte del Callao, Noemí Córdova, exhortó a las instituciones y autoridades a sensibilizar a la ciudadanía a prevenir el maltrato hacia la mujer y su sometimiento ante hombres violentos.

La magistrada recomendó la realización de jornadas de orientación y capacitación, a fin de evitar la sucesión de este tipo de situaciones en los hogares.
“Debemos trabajar llevando charlas a las escuelas, donde dialoguemos con los niños, los padres y profesores, propiciando conductas de respeto a la dignidad de la persona. A los jóvenes inculcarles valores, de modo que los preparemos para evitar la violencia; solo así podemos erradicar el feminicidio y violencia hacia los hijos”, señaló.

Liga de justicia

Aún existen personas que se suman a esta lucha de hacer prevalecer sus derechos pese a las adversidades; como el no contar con dinero para poder contratar  a un abogado o acercarse a un juzgado de familia porque los tramites pueden tornarse engorrosos y demorar demasiado.

Las redes sociables también van tomando cartas en el asunto, es así que la página de Facebook de un grupo humano, solidario que desde hace más de cinco años apoya a la causa. Jenson Cornejo, un joven de 22 años, estudiante de Derecho de la Universidad de San Martin de Porres, realiza distintos trabajos solidarios. Después de dibujar algunas ideas en papel, llamó a un grupo de amigos a unirse a una travesía que al comienzo se pensó fracasaría, pero no se amilano y de inmediato llamó a un grupo de amigos y les contó su intención de armar una asociación sin fines de lucro para ayudar, de manera trasparente,  a las personas de escasos recurso.
No lo pensaron mucho y pusieron en marcha la idea .No hacía falta decir nada más, sus amigos también con muchos ánimos se sumaron a este nuevo desafío que planteaba Jenson.

Fue así como conformaron ¨Wawa Apu¨, niño Dios, que en alianza con el Poder Judicial y el Ministerio de la Mujer logró comprometer la presencia de diversos magistrados para dar charlas en asentamientos humanos. En ellas tratan conflictos vinculados a la violencia familiar. Si detectan algún caso que requiere asesoramiento, buscan profesionales que puedan brindar su colaboración de manera gratuita.

También se encargan de repartir 40 becas al mes para que, personas de bajos recursos puedan acceder a carreras técnicas o profesionales, brindando así nuevas oportunidades que les permita emerger.

La única forma de recaudar dinero para ayudar es realizando polladas o cevichadas para sus familias y amigos. Con el dinero que reúnen compran alimentos que entregan todos los meses en las zonas vulnerables  y financian la movilidad de los magistrados que dictan las charlas en cada asentamiento.

Este grupo de jóvenes es consciente que falta ayuda y recursos, por ello convocan a través de Facebook a todos aquellos estudiantes o profesionales de distintas carreras que estén dispuestos a donar su tiempo. La Asociación ¨Wawa Apu¨ pertenece además a la mesa de trabajo de la Odecma, la Oficina de Control de la Magistratura que se reúne una vez al mes para investigar posibles actos de corrupción de los jueces de Lima.

DATO:
La Corte Superior de Justicia del Callao cuenta con un “Centro de Emergencia Mujer” del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables que brinda servicios públicos especializados y gratuitos, tanto para mujeres y hombres que son víctimas de violencia familiar y sexual, en la que se brinda orientación legal, defensa judicial y consejería psicológica.

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